Storytelling: el arte de despertar optimismo
Un buen cuento no se gasta jamás por mucho que se cuente. »
Proverbio escocés. Los cuentos han dejado de ser infantiles para llegar a un público más amplio. Ahora los adultos también pueden disfrutar y sumergirse en un mundo que, hasta ahora en España, ha sido muy poco explotado. El universo del storytelling.
Según Kay Fabella: “es el arte de contar una historia usando lenguaje sensorial presentado de tal forma que trasmite a los oyentes la capacidad de interiorizar, comprender y crear significado personal de ello”. Y es que los cuentos siempre han sido el medio de transporte de la sabiduría popular y ancestral, a través de las generaciones.
Aunque el storytelling es muy utilizado en la industria del marketing, lo cierto es que también hay artistas nacionales que llevan sus mensajes a los oyentes que desean viajar a través de su imaginación… y sus sentidos.
Con años de canto, danza y una sólida formación teatral, Casilda Regueiro le da vida a los cuentos yendo más allá de la mera narración, utilizando su voz, su expresividad y su presencia para transportar al público a mundos mágicos e imaginarios.
Nacida en Madrid y licenciada en Historia del Arte, Casilda lleva en sus genes la cultura gallega que ha preservado su tradición oral hasta nuestros días, pero haciendo vida y espectáculos en Ginebra, Suiza y en muchos países del extranjero. Este talento de exportación (como muchos cuenta cuentos españoles), ha crecido bajo la influencia de Tim Bowley, narrador británico de fama internacional, quien hace de los cuentos, un mensaje positivo de madurez a través de la existencia del ser humano durante miles de años.
El Storytelling emplea herramientas de la creación teatral con el fin de generar y transmitir historias. Es decir, es una oportunidad única para moldear la imaginación de los artistas y hacer las historias personales, para ser contadas a un público o interlocutor con el fin de DESPERTAR optimismo y reflexión. De hecho, los libros han dejado de ser meros objetos llenos de hojas, para convertirse en formatos auditivos, en un mundo más caótico y con poco tiempo.
“La diferencia entre leer una historia y escucharla contar es justamente esa sensación de compartir, de comunión y comunicación profundas entre seres humanos. Cuando asistimos a una sesión de cuentos, de repente nos sentimos unidos a los demás y algo muy antiguo se despierta en nosotros”, añade Regueiro.
España tiene muy buenos artistas “cuenta cuentos”, pero son poco conocidos. Sin embargo, siguen existiendo y enseñando a través de la emoción. “Puede que un cuento que escuchamos de niños, lo volvamos a escuchar de adultos y entendamos algo diferente porque los símbolos contenidos se pueden leer a distintos niveles. Hay cuentos concebidos como historias de iniciación que sirven para ayudarnos a convertirnos en adultos. Otros sirven para comprender el ciclo de la vida y de la muerte. Pueden sernos muy útiles porque, al fin y al cabo, hablan de la existencia del ser humano y justamente por eso, han durado miles y miles de años”, finaliza Casilda.
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